Los íconos, lemas y mensajes políticos que componen, en parte, el graffiti feminista, interrumpen el paisaje normativo de lo que Allyson Mitchell llama la “ciudad ideológica”: sistemas de creencias, leyes y otras normas de interacción social (“The Writings on the Wall: Feminist and Lesbian Graffiti as Cultural Production”, 2001: 223). Aunque se trata de una producción cultural heterógenea, generada por colectivos guiados por diferentes teorías sociales y diferentes nociones de feminismo, el graffiti feminista es, en su base, una escritura sobre el poder y la ciudadanía. De entre los varios enfoques de esta vasta producción cultural, hay una que destaca en las calles de Madrid desde fines del año pasado: el graffiti que reclama y defiende el aborto libre: el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y sus vidas, y también a producir una sociedad más justa para todas y todos.
“De todos los órganos del cuerpo, el útero ha sido sin duda aquel que históricamente ha Continue reading